La Radiestesia es la capacidad de percibir radiaciones, normalmente valiéndonos de la ayuda de instrumentos como el péndulo o las varillas.
La primera evidencia de que ya desde la Antigüedad hacían uso de este tipo de instrumentos se encuentra en una pintura rupestre en el Sáhara. Además se han encontrado otras referencias antiguas también en Egipto, Israel China o Babilonia, donde se han hallado varillas y péndulos.
En este artículo nos vamos a referir concretamente al péndulo por ser el instrumento amplificador más utilizado en la Radiestesia. Este artilugio no es más que un objeto de pequeño tamaño que atado a una cadena o cuerda hacemos colgar de nuestra mano sujetándolo con nuestros dedos índice y pulgar, dejándolo en suspensión. Los péndulos pueden ser de distintos tipos de materiales, los más recomendados son los de madera, metal y cuarzo, aunque en este último siempre hay que tener la precaución de limpiarlo después de cada uso puesto que almacena la información procedente de las energías.
Interpretación
El péndulo se conoce popularmente por su poder hipnótico, pero la magia del péndulo va mucho más allá, siendo útil en todos los campos de la vida, sobre todo a la hora de tener que tomar decisiones importantes, diagnosticar enfermedades, elegir las terapias de sanación más efectivas, encontrar a personas, irradiar energías, adivinar números, buscar agua, descubrir focos de negatividad a nuestro alrededor, detectar envidias…
Para poder interpretar correctamente a través del péndulo la información procedente de las energías y entender su significado lo más conveniente es que la persona interesada haga un especial entrenamiento en la práctica de las técnicas de la Radiestesia, además de tener un sentido de la intuición muy desarrollado.
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¿Cómo obtener respuestas certeras con la radiestesia?
Para tener mayor garantía de que el método del péndulo funcione se deben formular las preguntas en voz alta, éstas tienen que ser claras y concisas, además la respuesta debe adaptarse al Sí o No.
Antes de iniciar la sesión debemos buscar un ambiente tranquilo, silencioso y a ser posible sin interferencias de aparatos electrónicos. La postura que debemos adoptar también es importante, lo ideal sería disponer de una silla en la que sentarnos con la espalda bien recta y con los pies totalmente apoyados en el suelo, nunca debemos cruzar las piernas. Si es posible también sería oportuno disponer de una mesa donde poder apoyar nuestros codos. El siguiente paso es concentrarnos en mantener el péndulo quieto. Si ante nuestra pregunta el péndulo permanece inmóvil o solo muestra ligeras vibraciones, puede ser señal de que no sabe la respuesta, no entiende la pregunta-quizás porque es demasiado compleja- o simplemente puede que no estés cogiendo de manera correcta el péndulo. Después de una breve pausa podemos intentarlo otra vez reformulando nuestra pregunta de una forma más sencilla y directa. Si el péndulo queda pesadamente inmóvil puede ser por varias causas: se pregunta por un ser ya muerto, cuando se pierde la concentración, hay perturbaciones electromagnéticas…
Si se produce un giro en el sentido de las agujas del reloj se interpreta la respuesta como afirmativa, si lo hace en el sentido contrario la respuesta es No. Un movimiento hacia adelante y hacia atrás es ni Sí ni No (indiferente).
No te desanimes si en un principio no resulta como esperabas, con la práctica y la experiencia seguramente lograrás dominar esta técnica. La confianza en ti y en tus capacidades es esencial para avanzar en el manejo del péndulo. Además si lo combinas con Reiki y otras terapias naturales reforzarás su utilidad.